Guía para comprar su primera casa

Guía para comprar su primera casa

La que podría ser la mayor inversión de miles de trabajadores colombianos les puede traer consigo decenas de dudas a quienes creen que ha llegado el momento: ¿Y sí será mejor pagarle a un banco un crédito en vez de seguir pagando arriendo? ¿Y si por más que trabajo los ingresos no me alcanzan aún para la cuota inicial? ¿Y si mis ingresos no me dan para ahorrar una cantidad mayor, qué ayudas podría tener del Estado? ¿Será verdad eso de que ‘hay’ que tener casa propia sí o sí?

¿Qué momento de la vida de un hombre o una mujer adulta, en términos financieros, puede ser el ideal para comprar vivienda? ¿Hay un momento ideal?

Juan Camilo González (JCG):
personalmente no creo que haya un "momento ideal" en términos de edad. El momento ideal se define más por las preferencias y expectativas que tengamos, así como por la planeación financiera que hagamos y, claro, también estará influenciado por la coyuntura y perspectivas económicas del momento en que queramos tomar la decisión.



Financieramente, el momento ideal para comprar vivienda es aquel cuando disfrutemos de una relativa seguridad económica en términos de ingreso, es decir, que este no varíe considerablemente de un mes a otro y que objetivamente tengamos la seguridad de que mantendremos o elevaremos ese nivel de ingreso en los próximos años. Este ingreso, además, debe ser suficiente para cubrir los gastos que resultan con la compra de la casa: cuotas, seguros, administración, adecuaciones, muebles, reparaciones e impuestos, sin poner en riesgo de satisfacer los otros gastos del hogar.

¿Qué conducta o práctica debe evitar un comprador a toda costa? ¿Cuál es el error más frecuente?

JCG: yo diría que hay dos conductas que deben evitarse al comprar casa por primera vez. La primera es creer ciegamente en las creencias que hay alrededor de la compra de vivienda –en especial en Colombia–. La segunda es no hacer una debida planeación de las finanzas del hogar frente a una decisión tan importante como la adquisición de un inmueble.

Es frecuente escuchar –aun después de la crisis de 2008– que comprar vivienda es algo que toda persona debería hacer en su vida porque los precios de la vivienda nunca caen, y aceptamos, sin hacer ningún otro análisis, que tener casa propia es un símbolo de seguridad y realización financiera. Creemos que pagar arriendo significa construir patrimonio para otro y que es mejor construir patrimonio para nosotros mismos comprando. Estas afirmaciones no son 100 % ciertas, dependen de para qué quiero comprar la vivienda: ¿pienso vivir ahí por los próximos 15 años o más? ¿Quiero arrendarla para ganar dinero a través de ese arriendo?

Depende también del momento económico que vive el país, del tipo de vivienda que compre, de los planes que se hagan a futuro en la zona donde compre la vivienda e incluso de las aspiraciones, personalidad y forma de vida del comprador.

¿Qué tan válido puede ser el argumento de quien dice: "mejor me endeudo y le pago al banco por mi casa, en vez de seguir pagando arriendo"?

JCG: es muy poco razonable. Comprar la primera vivienda no es solo una decisión emocional, es también una decisión económica que tendrá un gran impacto sobre nuestro futuro y el de nuestra familia. La clave para entender por qué no es razonable esta afirmación está en hacer comparables las dos opciones (comprar vs. arrendar), ya que, de entrada, no lo son.

Al momento de comprar asumimos otros costos más allá del crédito, algunos de los cuales son ocultos (no somos conscientes de ellos) y no se podrían recuperar si decidimos mudarnos después de unos años y adquirir otra propiedad. Ejemplo: los gastos en impuestos y bancos por la adquisición de un inmueble, las comisiones, el predial, las reparaciones, los seguros. También es importante considerar que, dependiendo del ciclo económico, los apartamentos son bienes poco líquidos, es decir, que no son fáciles de vender.

Y entonces, ¿cuándo puede ser mejor una opción u otra?

JCG: podría sugerir un cálculo muy básico para darnos una idea de cuándo puede ser mejor comprar o cuando arrendar: si al sumar las cuotas del arrendamiento en un año estas son menores a lo que pagaríamos por los intereses del crédito, más los costos de reparaciones, impuestos, seguros y cuotas de administración, es conveniente arrendar, siempre y cuando destinemos la diferencia entre estos dos valores (los del gasto de arriendo y los de los gastos de la compra) a una inversión (por ejemplo un fondo de inversión colectiva). En cambio, cuando el costo de arrendar sea mayor al costo que pagaríamos por el crédito hipotecario, lo más recomendable sería comprar.

+ blog